En ocasiones todas las personas podemos llegar a sentirnos tristes o perder el interés en nuestras actividades, estos sentimientos con frecuencia suelen desaparecer. Cuando persisten por al menos dos meses, es importante tener en cuenta que podría ser depresión y que en caso de serlo es un trastorno mental común, el cual es caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza durante largos periodos de tiempo. Cabe destacar que la mayoría de los episodios depresivos duran meses.
La depresión puede afectar a cualquiera, sin importar la edad, género, raza, ingresos, cultura o nivel educativo. Aunque estadísticamente diversos estudios mencionan que se presenta mayormente en mujeres, suele ser debido a que es menos probable que los hombres reconozcan, hablen y busquen ayuda cuando de sentimientos hablamos, de aquí la importancia de reconocer que indistintamente del sexo todos somos susceptibles.
Existen síntomas que nos pudieran alertar de tener esta afección y por ello es importante saberlos, las personas con depresión tienden a perder la capacidad de disfrutar y presentan una disminución de la vitalidad que limita el nivel de actividad y produce un cansancio exagerado. Además, pueden aparecer otros síntomas, como la culpa, vergüenza, irritabilidad, pesimismo ante el futuro, ideas de muerte o suicidio, disminución de la concentración, alteraciones del sueño, cambios en el apetito, entre otros.
Al presentar estos sentimientos la persona puede tener dificultades en otros aspectos de su vida, incluidas la vida comunitaria, el hogar, el trabajo, la escuela y en general en la vida cotidiana. Es valioso conocer que los episodios depresivos pueden clasificarse en función del número y la intensidad de los síntomas, así como de las repercusiones en el funcionamiento de la persona. Los más frecuentes son:
La depresión mayor, que se caracteriza por sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración que interfieren con la vida diaria durante al menos dos semanas. Puede aparecer de forma recurrente y estar relacionada con la estación del año.
En contraposición, existe la depresión reactiva, se produce como respuesta a un acontecimiento estresante y los síntomas aparecen en los tres meses siguientes.
El trastorno depresivo persistente, también conocido como distimia, se trata de un estado de ánimo depresivo que dura al menos dos años.
Por último, se habla de la depresión enmascarada, esta se manifiesta como molestias orgánicas o cambios en la conducta, en lugar de los síntomas habituales y del trastorno afectivo estacional, que se caracteriza por síntomas similares a la depresión mayor, pero que solo se presentan durante ciertos meses del año. Hay algunos tipos adicionales de depresión que pueden ocurrir en momentos específicos de la vida.
Hablando de causas y prevención
La depresión puede ser una combinación de diversos factores, esta puede surgir a raíz de una circunstancia adversa (desempleo, luto, eventos traumáticos), es necesario destacar que un cambio significativo o no planeado también puede ser una posible causa, así como, problemas médicos, consumo de drogas o alcohol, aislamiento social, antecedentes familiares, presiones sociales (bullying, mobbing o ciberbullying), cambios físicos u hormonales, entre otros.
Lo anterior nos lleva a … ¿Cómo se diagnostica la depresión?
Debemos empezar por saber que el encontrarnos en un momento determinado, más triste o con el estado de ánimo bajo no es suficiente para diagnosticarlo como depresión. La persona que se considere pueda tener este trastorno, debe presentar síntomas la mayor parte del día, casi todos los días, por lo menos durante dos semanas. Al mismo tiempo se requieren varios síntomas persistentes de los antes mencionados, por lo que, si cree tener depresión, es necesario hablar con un profesional de la salud mental, de la mano se deberá aplicar:
- Entrevista diagnóstica.
- Descarte de enfermedad orgánica mediante: pruebas diagnósticas y valoración por otros especialistas.
- Pruebas de psicodiagnóstico.
La depresión puede afectar a las personas de diferentes maneras según su edad o género, en algunos casos los síntomas se relacionan más a la emoción y en otros suelen ser físicos.
Finalmente, se debe considerar que existen tratamientos eficaces para la depresión, como la psicoterapia (presencial o virtual), medicamentos o ambos. La selección del plan de tratamiento adecuado debe basarse en las necesidades, las preferencias y la situación de cada persona.
Con la psicoterapia, se puede apoyar a las personas con depresión a mejorar sus síntomas, comprender el origen de su depresión y desarrollar estrategias de afrontamiento y aceptación, entre otras.
En tanto a tratamientos farmacológicos, los antidepresivos son medicamentos que se usan con frecuencia para tratar la depresión. Funcionan cambiando la forma en que el cerebro produce o utiliza ciertas sustancias químicas involucradas en el estado de ánimo o el estrés. Debe transcurrir cierto tiempo para que los antidepresivos surtan efecto, por lo general entre 2 y 8 semanas, y a menudo, los síntomas como problemas para dormir, apetito o concentración mejoran antes de que mejore el estado de ánimo. Es importante que el acompañamiento farmacológico sea llevado por un especialista en psiquiatría quien determine la dosis y el medicamento correspondiente.
¿Cómo cuidar de mí mismo o ayudar a un ser querido?
La mayoría de las personas con depresión se beneficiarán con psicoterapia. Una vez que comience el tratamiento, deberá comenzar a sentirse mejor poco a poco. Si llegase a sentir que tiene depresión es indispensable pedir ayuda a familiares o amigos, buscar atención médica o psicológica, realizar actividad física, hacer cosas que disfrute, aún si no siente ganas de hacerlo.
Si conoce a alguien con depresión, motivelo a que vea a un proveedor de atención médica o a un profesional de salud mental. Usted también puede:
- Ofrecerle apoyo y compañía.
- Invitarlo a salir a caminar, pasear o a participar en otras actividades.
- Fomentar que no abandone sus hábitos y tareas cotidianas.
- Exhortar a que no abandone el tratamiento.
- Escucharlo con interés.
- Compartir con él las restricciones respecto al consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas.
Recuerde que no está solo, que muchas personas han pasado por esto y encontraron una forma de estar mejor.
Elaborado por: Nallely Aguirre – Otamendi
Referencias bibliográficas:
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/depresion
https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion-sp